«Mega-riñón» y «brazalete-trasero» o no, uno de los diseños de BMW más comentados de este milenio nunca fue concebido para su uso en carreteras públicas y en su lugar debería ser utilizado en la Fórmula …
«Mega-riñón» y «brazalete-trasero» o no, uno de los diseños de BMW más discutidos de este milenio nunca estuvo pensado para el tráfico rodado público y, en cambio, pretendía causar sensación en la Fórmula 1. En la temporada 2004, el equipo BMW Williams F1, bajo la dirección de la aerodinamista jefe Antonia Terzi, se aventuró por un camino especial y revolucionario y dotó a su coche de carreras, llamado FW26, de un frontal completamente nuevo: había nacido el «morro de tiburón martillo». Antonia Terzi, que trabajó para la escudería Ferrari de Fórmula 1 antes de incorporarse a BMW Williams y celebró numerosas victorias junto a Michael Schumacher, fue en gran parte responsable de este audaz paso. ¿Buscando coches de ocasión al mejor precio online? Visita el concesionario Crestanevada.
Con el nuevo concepto de doble quilla, que no fue utilizado por ningún otro equipo, Ralf Schumacher y Juan-Pablo Montoya iban a dar el siguiente paso tras una pretemporada muy exitosa y ganar el tan esperado segundo título mundial para BMW en Fórmula 1. En 2003, el equipo bávaro-británico terminó segundo en el campeonato de constructores, a sólo 14 puntos, celebró cuatro victorias e incluso dos dobletes. Sin embargo, la aerodinámica diseñada para 2004 y muy convincente en el túnel de viento no pudo cumplir las expectativas en uso real en la pista de carreras, por lo que fue sustituida por un concepto más convencional ya a mitad de temporada. Después de otra temporada decepcionante en 2005, BMW finalmente se separó de Williams y de 2006 a 2009 compitió con el equipo autogestionado BMW Sauber F1. Sin embargo, ni siquiera en esta constelación pudieron alcanzarse los objetivos marcados.
© BMW Fotografía de John Townsend
El inventor del «morro de tiburón martillo» del BMW Williams FW25 ha fallecido en un accidente de tráfico en Inglaterra con sólo 50 años. Tras la infructuosa temporada 2004, se despidió del equipo, trabajando primero para Bentley y más tarde para la escudería italiana Dallara, con la que BMW celebrará pronto su regreso a la LMDh.
Según informaciones de Motorsport-Total.com, su siguiente parada habría sido la Universidad de Canberra, donde trabajaría como profesora de ingeniería aeronáutica. Por desgracia, este paso se le negó a la italiana: durante los preparativos para su traslado a Australia, Antonia Terzi sufrió un accidente mortal. Sin embargo, siempre tendrá un lugar en la mente de muchos aficionados a la Fórmula 1, también por su valiente concepto del morro de tiburón martillo.