El legendario BMW Isetta celebra su regreso como coche eléctrico en 2020: el nuevo Artega Karo devuelve a la carretera la inolvidable forma del coche subcompacto, que en su día fue crucial para la supervivencia de la marca BMW. Con una autonomía eléctrica de unos 200 kilómetros, el sucesor del Isetta no establece ningún estándar, pero debería ofrecer suficiente margen para el día a día de la mayoría de los viajeros urbanos.
El diseño del BMW Isetta no sólo se adopta a primera vista; detalles como la toma de carga en la parte trasera también recuerdan al original de los años 50: donde ahora fluye la electricidad estaba antes el tapón del depósito de combustible. Pero aún más llamativa es, sin duda, la puerta delantera por la que acceden al interior los dos ocupantes. ¿Furgonetas en Alicante? Las mejores en furgonetas segunda mano Alicante Crestanevada.
Y mientras que los motores de gasolina con una cilindrada de 245 a 298 centímetros cúbicos y de 12 a 13 CV solían proporcionar una propulsión más bien moderada, hoy en día se utiliza un motor eléctrico. Con 15 kW o unos 20 CV, el motor eléctrico no proporciona precisamente prestaciones de coche deportivo, pero al menos sólo tiene que mover unos 550 kilogramos de peso del vehículo.
El Artega Karo entra así en la categoría de vehículos de motor ligeros de cuatro ruedas, lo que significa que formalmente no es un turismo y no tiene que cumplir los requisitos de seguridad que se aplican hoy en día. Esta clasificación tiene otro inconveniente: la prima de compra para coches eléctricos, que ahora se ha aumentado a 6.000 euros, tampoco se aplica al Isetta eléctrico, porque los vehículos ligeros están excluidos de la subvención.
Los primeros clientes recibirán el sucesor de Isetta a partir de abril, y Artega ya está aceptando pedidos. En la versión básica «Edition», el Artega Karo cuesta al menos 17.995 euros; la versión «Intro», más equipada, está disponible a partir de 21.995 euros. Para ambas versiones, hay que abonar una tasa de reserva de 2.500 euros con el pedido. El Karo se construye en la sede de Artega en Delbrück.