Aston Martin Victor

Hay días como éste en los que uno se siente un poco malhumorado: empieza el nuevo curso escolar, el tiempo está gris y se celebran dos grandes eventos automovilísticos sin contar con uno: el Círculo de Propietarios de Supercoches en Suiza y el Concurso de Elegancia de Hampton Court en el Reino Unido. Y entonces, en el transcurso de un comentario en Facebook, te encuentras con una extraña publicación de Instragram: un extraño coche desconocido con alas en el capó. El shock: acostumbrados como estamos a interminables teasers que no ocultan gran cosa, el placer de la revelación inesperada es aún mayor. De todos modos, aquí está el Victor. ¿Quieres comprar un coche de ocasión al mejor precio? te recomendamos el concesionario de coches segunda mano Madrid Crestanevada.

El coche es un homenaje a Victor Gauntlett, que se hizo cargo de la marca en los años ochenta. Bajo su dirección se reavivó la asociación con Zagato y Aston volvió a contar con un conocido agente secreto británico. Puede que su toque sea menor que el de David Brown, pero sin él, Aston Martin estaría hoy en compañía de marcas británicas extintas. Casualmente, Victor empieza por V, siguiendo una tradición ya consolidada.

El Victor es un modelo único, creado por el departamento Q de Aston Martin, el equivalente a los Proyectos Especiales de Ferrari, por nombrar sólo los más famosos. Hasta la fecha no se ha hecho pública ninguna información sobre el patrocinador. Desde CR7 hasta un viejo patriarca japonés desconocido pero rico, todo sigue siendo posible. Lo único cierto es que ha elegido un modelo con un carácter fuerte, muy fuerte.

Para el motor, se utilizó como base el One 77. 750 CV no eran suficientes, por lo que se envió a Cosworth para obtener 847 CV y 821 Nm de par. El ya de por sí voluble V12 del One 77 debería cantar como nunca. Es decir, si alguna vez realmente conduce el coche. Entre este motor atmosférico y las ruedas traseras hay una sencilla caja de cambios mecánica anticuada con un novedoso embrague. El chasis es el monocasco del One 77, mientras que el tren de rodaje se ha tomado prestado del Vulcan, el coche de pista sin licencia. Los diversos informes mencionan el rendimiento GT3. Sin embargo, el Victor está diseñado para la carretera.

En el interior es donde el carácter rutero del Victor se hace más evidente. Carbono y volante Vulcan, sí, pero también cuero verde, madera (sobre todo en la preciosa palanca de cambios), correas de cuero de nuevo y un ambiente deportivo pero completamente inglés.

Terminaré este repaso con la carrocería, por supuesto. Los amantes de la sutil elegancia británica, que se lo salten. El Victor es un bruto, grueso, violento pero tan deseable. Las inspiraciones son múltiples: One 77 y Vuclan, por supuesto, pero sobre todo el V8 Vantage de los años 70 y 80 y el DBS V8 RHAM/1, su versión de carreras. De ahí los faros redondos, el cubo integrado, la joroba del capó y las aletas hipertrofiadas. Las ruedas parecen prestadas del DBS OHMSS, magníficas. Todo ello pintado en Pentland Green, una pintura histórica de los años 70 sacada del armario por Q.

Es probable que el Víctor desaparezca rápidamente de la vista tras una probable gira de grandes acontecimientos durante unos meses. Esta pauta clásicamente desafortunada no debería retrotraernos a la penumbra de principios de septiembre. Que los clientes y las marcas de automóviles sigan siendo capaces de fabricar este tipo de máquinas es alentador.