En el 90º Concorso d’Eleganza, en el jardín de la Villa d’Este, BMW celebra la cultura del diseño automovilístico italiano y presenta el BMW Garmisch, una réplica perfecta de un estudio perdido de Bertone de los años 70.
El camino a Italia no está lejos. Al menos no si vives en Múnich y puedes conquistar el Brennero sobre cuatro ruedas. BMW lleva más de 100 años cumpliendo estos requisitos y las rápidas travesías alpinas están firmemente arraigadas en el ADN deportivo de la marca del Motoren Werke. Así que no es de extrañar que al departamento de diseño bávaro también le guste echar un vistazo a las montañas; después de todo, Italia es la tierra de los grandes carroceros. ¿Coches ocasión en Sevilla? Encuéntralos en Crestanevada Sevilla.
A lo largo de las décadas, la cooperación entre BMW y los nombres más importantes del negocio italiano de carrocerías se ha desarrollado una y otra vez. Estudios de diseño como Bertone, Giugiaro y Carrozzeria Touring han creado leyendas como el BMW 328 Mille Miglia y el superdeportivo BMW M1. Además, se crearon repetidamente concept cars basados en BMW para hacer tangible el potencial creativo de los italianos para el mundo del automóvil.
Uno de estos estudios de vehículos debutó en Ginebra en 1970: el BMW Garmisch. Detrás de este inusual nombre se escondía un elegante y atrevido coupé de tamaño medio diseñado por Marcello Gandini, que pasó a la historia como el diseñador de iconos del automovilismo deportivo como el Lancia Stratos Zero o el Lamborghini Miura. Casi 50 años después, Gandini recuerda los inicios del proyecto: «La idea original partió del propio Nuccio Bertone, que quería consolidar y ampliar nuestra relación existente con BMW con un sorprendente estudio de diseño en el Salón del Automóvil de Ginebra.»
Sin embargo, tras el ceremonioso estreno en el Salón del Automóvil de Ginebra, pronto se hizo el silencio sobre el BMW de Bertone. El concept car desapareció sin dejar rastro y, aparte de unas pocas fotografías amarillentas, había poco que nos recordara al espectacular coupé con el doble riñón hexagonal… hasta ahora. Porque el BMW Garmisch celebra su segundo estreno mundial en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este 2019.
Basándose en fotos históricas y en la memoria de Marcello Gandini, un equipo de expertos de BMW Group Design y BMW Classic ha reconstruido fielmente el coupé de oro champán.
Hoy, como antaño, el BMW Garmisch representa la gran entrada. La línea lateral lisa y sencilla contrasta directamente con detalles más juguetones, como el embellecedor en forma de panal de abeja de la luneta trasera. En la parte delantera, los faros, profusamente acristalados, se extienden hasta el doble riñón que sobresale ampliamente, también un recurso estilístico popular en los modelos modernos de BMW.
El color exterior, el diseño y, no menos importante, el nombre del modelo encarnan a primera vista el espíritu de principios de los años setenta: «El esquí era muy popular en Italia en aquella época. Y el nombre Garmisch evocaba sueños de deportes de invierno y elegancia alpina», explica Gandini.
Por supuesto, el interior es tan exclusivo como la carrocería. La radio en posición vertical y un enorme retrovisor desplegable en el lado del acompañante no dejan lugar a dudas sobre el carácter conceptual del BMW Garmisch, que al igual que el original fue fabricado a mano en Turín. No importa desde qué lado quiera cruzar ahora los Alpes: la lista de posibles coches de ensueño para esta tarea se enriquece en un modelo con la nueva edición de este espectacular clásico.