Energía geotérmica, el pozo canadiense

Ahora que se acerca el invierno, podemos preguntarnos por nuestros medios de calefacción. Aquí vamos a analizar la energía geotérmica y, más concretamente, el pozo canadiense.

El pozo canadiense es un proceso geotérmico ecológico y económico, es un sistema de ventilación natural que utiliza la inercia del suelo para calentar o enfriar el aire de la casa.

¿Cómo funciona un pozo canadiense? El pozo canadiense utiliza la temperatura del suelo para regular la temperatura de la casa. La temperatura del suelo no varía mucho en ninguna época del año, lo que significa que el sistema de calefacción es eficiente independientemente de las condiciones exteriores.

En invierno, el suelo está más caliente que el aire exterior, por lo que el aire de la casa se calienta con la temperatura del suelo. En verano el suelo está más frío que el aire exterior, el aire de la casa se enfría y permite una temperatura agradable en el interior.

¿Cuáles son las ventajas del pozo canadiense? El pozo canadiense tiene muchas ventajas: el aire se renueva constantemente, un filtro garantiza la salubridad del aire, el mantenimiento del pozo canadiense se realiza cada 3 años para el filtro y cada 5 años para la red de tuberías, permite ahorrar hasta un 20% y tiene una vida útil de al menos 15 años.

El pozo canadiense es muy interesante cuando las diferencias de temperatura entre el invierno y el verano son muy importantes.

La instalación de un pozo canadiense requiere una gran superficie abierta para permitir el enterramiento de los conductos externos. Los conductos deben tener una profundidad mínima de 1,10 m. A esta distancia, la temperatura del suelo es más o menos constante, pero una mayor profundidad mejorará el rendimiento de la bomba de calor. Sin embargo, no es necesario bajar hasta una profundidad de 10 metros.

Antes de enterrar las tuberías, es importante asegurarse de que el lugar está libre de aguas subterráneas o estancadas. La presencia de agua impediría la completa estanqueidad del pozo, necesaria para su buen funcionamiento.

La construcción de un pozo canadiense cuesta unos 2.000 euros, a los que hay que añadir el precio del movimiento de tierras y la instalación del sistema de ventilación.

El pozo canadiense representa un buen medio para calentar su casa, también tiene la ventaja de permitirle enfriar su casa en verano y de hacerle ahorrar dinero.

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