La dulce alegría del día a día: Informe de conducción del Suzuki Swift Sport

Escapar del desafío de la vida cotidiana ya no es tan fácil. Los parques de atracciones están atestados de turistas, los lugares de moda aparecen en las guías de viaje y hasta los consejos de los expertos dejan de serlo. Ahí es donde entra en juego el Suzuki Swift Sport. Con no más de 3,90 metros de longitud, este pequeño coche ofrece un dulce placer (de conducir) en el día a día, sin remordimientos ni el peligro de recibir multas constantemente. Informe de conducción. ¿Quieres comprar un coche de ocasión en Toledo? En el concesionario de Crestanevada Toledo podrás encontrar el coche de segunda mano de tus sueños al mejor precio.

El placer de conducir no necesita una potencia excesiva

El pensamiento general es que mucha potencia se traduce en mucho placer de conducción. Pero este pensamiento es fundamentalmente erróneo. Mucha potencia se traduce en mucha responsabilidad y diversión (al volante) en la pista de carreras a la primera. Al fin y al cabo, la mayoría de los deportivos apenas pueden engranar la segunda marcha y ya vas demasiado rápido. No es el caso del Suzuki Swift Sport, y eso es bueno. El propulsor de 1,4 litros tiene un peso de sólo 1.045 kilogramos. Así que los 140 CV lo tienen fácil con el pequeño coche japonés, que en su última versión no esconde su potencial, ni siquiera visualmente.

Los tubos de escape sobredimensionados son demasiado buenos. Porque aparte del aspecto, no hay mucho más detrás de ellos. No hay estruendo, no hay pop, nada que adicionalmente ruge fuera de los altavoces para dejar una impresión deportiva. Al menos no más deportividad de la que realmente aporta. La anchura también se ha reducido, por lo que incluso el ancho de vía se ha reducido algo debido a las ruedas más anchas. Pero esto es lo que hace al Swift Sport tan encantador. Los ejes delantero y trasero son más manejables de lo que debería ser un hot hatch.

Los sistemas de control tampoco están del todo a punto, lo que forma parte de la deportividad. El sistema de vectorización del par suele intervenir con un ligero retardo y frena más tarde la rueda del interior de la curva, lo que significa que el Swift Sport es bastante capaz de jugar con la dinámica lateral. Incluso las características del motor se adaptan bien al coche pequeño, y no se necesita realmente más potencia en la conducción diaria. Sobre todo porque el consumo de combustible de 5,8 a 6,0 l/100 km es muy razonable.

Y por último, pero no por ello menos importante, el precio es atractivo si te acostumbras a la expresiva pintura amarilla. Por 21.400 euros, todo está a bordo. La única opción del Swift Sport es un acabado de pintura metalizada por 500 euros.